¡Rio de Janeiro en 24 y/o 48 horas!
Actualizado: 27 sept 2019
No en vano, es llamada "la ciudad maravillosa" por sus vecinos. Tenía muchas ganas de Rio, tantos carnavales, fiestas, eventos deportivos... tenia en mente viajar a Brasil en breve, pero de repente, me programaron un vuelo de improvisto a esta maravilla brasileña y las ganas de viajar a Brasil no cesaron de crecer.
Menos de un día antes de mi vuelo a la Ciudad de México, me comunicaron que me habían desprogradamo el vuelo a la capital mexicana para ponerme otro vuelo a Rio, como estaba en Madrid, ya tenía la maleta hecha pensando en la previsión meteorológica de CDMX, así que me tuve que ir al calor brasileño con jerseis y pantalón largo. Al menos me escapé del chaparrón.
¿Quién no ha ido alguna vez a una agencia de viajes y se ha encontrado con una enorme foto del icónico Cristo Redentor y no ha podido evitar soñar con visitar la ciudad? Sin duda, uno de los lugares más famosos del mundo. Imagen de paraíso tropical desde que los primeros europeos llegaron a sus costas hace más de cinco siglos, Río de Janeiro es sinónimo de sol, playas, fiesta, carnaval y por supuesto, fútbol.
Con casi siete millones de habitantes, Río de Janeiro es la segunda ciudad más poblada de Brasil, no obstante a pesar de esta gran densidad el mayor atractivo que ofrece sigue siendo su increíble naturaleza. Mar, playas, montañas y selvas tropicales forman un deslumbrante paisaje que se entrelaza con iconos creados por el hombre como el Cristo del Corcovado o el mirador del Pan de Azúcar, convirtiéndola en el símbolo del “sueño tropical”, a ojos del mundo entero.
Río es sinónimo de muchos adjetivos positivos, pero también destaca por ciertos aspectos que rebajan su marca a nivel mundial.
Lamentablemente la seguridad en Río de Janeiro genera mucha más preocupación de la que debería, la ciudad tiene muy mala fama a nivel internacional. Lo cierto es que en la actualidad, las cosas han mejorado bastante y hay abundante presencia policial sobre todo en las zonas más turísticas de Río de Janeiro.
Por supuesto, Río de Janeiro es una gran urbe por lo que, al igual que en toda gran ciudad sobre todo Latinoamericana, hay ciertas precauciones que deben tenerse en cuenta para tener un viaje seguro.
Tomando pequeñas precauciones, la seguridad en Río de Janeiro no debería ser un problema, los casos de delincuencia que aparecen en las noticias y que han contribuido a generar recelos en los visitantes, se producen en las zonas más apartadas y desfavorecidas, donde los turistas no suelen ir, además la infraestructura y la presencia policial en la ciudad, sobre todo, desde la elección de Bolsonaro como Presidente, van mejorando cada vez más.
¿Cómo llegar?
Rio de Janeiro es un núcleo y a la vez un HUB perfecto para iniciar y terminar tus vacaciones, ya sea en latinoamérica o en Brasil. Su cercanía con otras grandes ciudades y capitales de países vecinos, su salida al mar, perfecta para cruceristas y sus maravillosas conexiones aéreas, hacen de la ciudad, un implacable punto de unión entre itinerarios y rutas por todo el continente.
En avión: Las principales aerolíneas que vuelan a Rio de Janeiro desde Europa, y las que más recomiendo por la calidad de su producto y servicio son las siguientes: Iberia, British Airways, SWISS, Lufthansa, Air France, KLM. El tiempo mínimo de vuelo desde Europa a Rio es de once horas, siendo Iberia, la aerolínea que menos tarda en llegar al destino, evidentemente por la situación geográfica de España. Iberia ofrece también vuelos directos desde Madrid. Si viajáis desde América, podréis llegar a Rio de Janeiro con LATAM, Delta, American Airlines, Aerolíneas Argentinas o Avianca, entre otras. Podéis comprobar las tarifas y todas las condiciones de los billetes a través de sus páginas oficiales o a través de portales de vuelos a bajo coste que recomiendo encarecidamente: Edreams, Skyscanner.
En bus: Jamás se me pasaría por la cabeza estar casi dos días encerrado en un autobús, pero, para los más aventureros y los que tenéis el presupuesto más ajustado, os dejo por aquí cómo llegar a Rio de Janeiro en bus a un muy bajo coste desde Buenos Aires o, por si ya os encontráis en Brasil y queréis esquivar el avión y disfrutar el paisaje, desde Sao Paulo:
BUENOS AIRES - RIO DE JANEIRO
La compañía de buses Crucero del Norte, ofrece conexiones diarias entre la capital de Argentina y Rio de Janeiro a un módico precio. El viaje dura cuarenta horas y la compañía provee a sus autobuses de camas ejecutivas (más cómodas que las comunes), Wi-Fi, pantallas individuales, baños y un pequeño servicio de comidas. El trayecto sale por unos 90€ aproximadamente, precio sujeto a cambios según temporada y día. Un precio muy asequible, teniendo en cuenta los precios de los billetes de avión (160€ el más económico). El bus efectua una parada de treinta minutos aproximadamente cada tres horas en una área de servicio. Recomiendo visitar la página web Check My Bus para encontrar las mejores ofertas de buses y trenes para desplazarse por el continente americano, sobre todo por latinoamérica. Los buses desde Buenos Aires salen desde la estación de Retiro y llegan a la Terminal Rodoviária de Novo Rio.
SAO PAULO - RIO DE JANEIRO
Para llegar desde Sao Paulo a Rio de Janeiro se pueden hacer de muchísimas formas, la más rápida y común es usando el avión, con infinidad de frecuencias y precios bastante económicos. Pero, si lo que queréis es vivir una aventura al propio estilo brasileño y queréis disfrutar de un paisaje un tanto peculiar (favelas incluídas), os recomiendo usar el autobús.
El trayecto dura unas seis horas aproximadamente, pero (atención a esto), los precios van desde los 7€ hasta los 22€, sí, lo has leído bien. Ir a Rio de Janeiro desde Sao Paulo te puede costar ni más ni menos que la rídicula cantidad de 7€.
Los autobuses parten desde la Terminal de Barra Funda de Sao Paulo y llegar a la Terminal Rodoviária Novo Rio.
¿Qué ver?
Una vez hayas llegado a la ciudad, sea como sea y usando el medio de transporte que más te haya gustado (espero que no estés demasiado cansado...) te preguntarás y buscarás por todos lados por donde empezar, qué ver y como moverme.
Rio de Janeiro, goza de una enorme oferta cultural, artística y de ocio que se expande por lo largo y lo ancho de la ciudad. Por lo que, seleccionar los mejores lugares para ver en 24h no es nada fácil. Todo va a depender de vuestras preferencias y vuestras inquietudes, pero, sin embargo, aquí os dejo la lista de lo que ver en menos de un día:
1. Cristo Redentor
Idiscutiblemente debe ser el primer punto de tu visita, durante la mañana, a primera hora, no hay mucha gente, yo fui sobre las 9:15 y pude caminar y apreciar el monumento y su magnitud bastante tranquilo.
Es una de las nuevas siete maravillas del mundo, así que no te lo puedes perder, sobre todo si te interesa la naturaleza, dado que el Cristo se encuentra dentro de un parque nacional, y si eres un fanático de las vistas panorámicas. El parque abre las puertas para los visitantes cada día de ocho de la mañana hasta las diez de la noche.
Tienes varias opciones para llegar al Cristo Redentor. Una es la clásica del trem do Corcovado, que te sube el cerro entero con unas vistas espectaculares de la ciudad. Es la forma más rápida, recomendada, turística y también….cara.
El mítico trem do Corcovado sale cada veinte minutos a partir de las 8am cada día. Tendrás que reservar las entradas con al menos un día de antelación si no quieres perder medio día entre coooooolas laaaaargas y muchas esperas.
Tiene unas vistas brutales de la ciudad, ya que el tren es pura subida. Tendrás que ir al barrio de Cosme Velho (Rúa Cosme Velho, 513) y allí encontraréis la estación. Es súper mítica, veréis a mucha gente allí, y todo el mundo la conoce, así que no hay pérdida.
Nosotros fuimos en Uber hasta allí, que funciona muy bien en Brasil y es una gozada la verdad. El bus desde Copacabana o Ipanema que va hasta allí es el 583 y desde el centro el 180 y 184. Ojo con el tráfico, recomiendo madrugar para estar allí un poco antes de las 8:00 AM.
Las entradas valen unos 75 reales, lo que vienen a ser unos 17€ por persona y podéis comprarlas aquí. Incluye el tren de subida, la entrada al Cristo Redentor y la bajada en tren (unos 20 mins de trayecto cada vez).
Otra forma de subir es en vans, unas furgonetillas que hacen el trayecto para subirte hasta la parte de arriba de una manera más barata. Si tienes vértigo, ¡¡ojo👀!!
Y la última y más para locos atrevidos es a pata. Puedes hacer un trekking, pero… bueno. Ahí ya no podemos aconsejar mucho, así que hablaremos de las dos primera.

2. Catedral Metropolitana, Centro Histórico y Escaleras de Selarón
Quizás, la zona con más personalidad y encanto de toda la ciudad. El centro de Rio mezcla la tradicion más profunda portuguesa con las raíces más autóctonas de Brasil, una interesante mezcla de arquitecturas y colores que configura una de las zonas urbanas con más encanto del país.
La Catedral Metropolitana, es una catedral católica brasileña ubicada en Río de Janeiro y sede de la arquidiócesis de la ciudad. Dedicada a San Sebastián, patrono de Río de Janeiro, fue construida entre 1964 y 1979 para reemplazar a una serie de viejas iglesias que habían servido como catedrales desde la creación de la Arquidiócesis en 1676. Se encuentra en el centro de un amplio parque ubicado en el barrio Centro de la Zona Central de la ciudad.
Es un edificio modernista diseñado por Edgar de Oliveira da Fonseca en el centro de la ciudad, sobre la avenida República de Chile. Tiene una forma cónica con 96 metros de diámetro interno y una altura total de 75 metros. Está inspirada en las pirámides de centroamérica y combina en su diseño una planta circular con un techo en el que destaca una cruz griega. Sin duda, uno de los edificios más extraños e impresionantes de todo el continente. La luz del interior es impresionante.
Por otro lado, ubicada entre los barrios de Lapa y Santa Teresa, rodeada de bares y restaurantes tradicionales, la colorida Escalera de Selarón de Río de Janeiro, conocida también como escalera de Santa Teresa se ha convertido en un símbolo de la creatividad y bohemia de un barrio vibrante, lleno de música y color.
Su creador, el chileno Jorge Selarón se instaló en Río de Janeiro en 1983 y unos años más tarde quiso rendir homenaje a la ciudad que lo había acogido tan afectuosamente, revistiendo de azulejos la escalera que sube desde Lapa hasta el Convento de Santa Teresa.
La escalera, que empezó a conocerse desde el principio como la Escalera de Selarón, se hizo cada día más famosa y muchos de sus visitantes, llegados de diversas partes del mundo contribuyeron donando azulejos representativos de sus países de origen o con mensajes especiales que entregaban a Selarón, a quien era común encontrar entre los escalones, charlando y haciéndose fotos.
El resultado de este curioso trabajo son 215 peldaños cubiertos por más de dos mil azulejos diferentes provenientes de más de sesenta países. Entre los peldaños de la escalera de Selarón es posible leer o ver representadas cientos de historias deferentes, tanto de Brasil como de otras partes mundo.
Para llegar a la escalera, lo más fácil es usar Uber con la siguiente dirección: Rua Joaquim Silva con Rua Teotonio Regadas – Centro.
También se puede llegar fácilmente usando el metro, Cinelandia (Líneas 1 y 2) es la parada más cercana a las escaleras.

3. Playas de Ipanema y Copacabana
Dos de las playas más famosas de Brasil y del mundo entero. Iconos de verano, de cuerpos esculpitos y, por qué no, de la moda.
Se encuentran muy cerca de los barrios más elitistas de la ciudad, por lo que gozan de una buena seguridad, al menos durante el día. No es aconsejable pasear por la noche, ni llevarse objetos de valor a la playa.
Son las playas más largas y más aptas para el baño en la costa de Rio, conocida por la peligrosidad de sus playas y corrientes, Ipanema y Copacabana gozan de una cierta tranquilidad marítima.

4. Pan de Azúcar
El Pan de Azúcar (en portugués, Pão de Açúcar) es un morro situado en Río de Janeiro, Brasil, en la boca de la bahía de Guanabara sobre una península que sobresale en el océano Atlántico.
Este pico es uno de los más llamativos entre lo varios morros monolíticos de granito que se elevan directamente del borde del mar en Río de Janeiro. Un teleférico de cristal artesonado (llamado "bondinho del Pan de Azúcar" en el portugués popular) con capacidad para 65 pasajeros, recorre una ruta de 1.401 metros entre los morros de Babilonia y Urca cada cinco minutos. La línea del teleférico original fue construida en 1912.
Lo más probable es que su nombre haga referencia a los "panes de azúcar ", forma tradicional en que se producía el azúcar hasta finales del siglo XIX y que consistía en largos conos de punta redondeada similares al morro, aunque algunos consideran que el nombre en realidad deriva de "Pau-nh-acuqua" que significa la alta colina en la lengua de Tupi-guaraní, usada por los indígenas Tamoios.
El complejo turístico del cerro Pan de Azúcar en Río de Janeiro, está formado en realidad por dos morros o cerros, interconectados entre sí por dos tramos de teleférico que son independientes.
La primera parada llega a la cima del Morro de Urca y aunque la meta anhelada por todo visitante es alcanzar la cima del Pan de Azúcar, vale la pena detenerse primero a disfrutar de las vistas que se tienen desde los miradores de Urca, que además son mucho más amplios.
La segunda parada de la visita es, por supuesto, la cima del Pan de Azúcar desde donde se tienen vistas impresionantes del Morro del Corcovado y su sorprendente Cristo Redentor; de la ciudad de Niterói, cruzando la bahía hacia el este y, de la preciosa curva de arena blanca que forma la playa de Copacabana.
Sin duda, el mejor spot de la ciudad para ver el atardecer y el mejor lugar para terminar este exhausto itinerario y regresar al hotel.
Horario del teleférico
Diariamente: 08:00h a 21:00 horas. (Salidas cada 20 minutos) Última subida: 20:00h al morro de Urca y 20:20 h al Pan de Azúcar. Última bajada: 20:40h desde el Pan de Azúcar y 21:00 desde Urca.
Precios de la entrada al Pan de Azúcar
Público general: R$110. Personas entre 6 y 21 años y mayores de 60 años: R$55. Menores de 6 años: Entrada gratuita.
(El valor incluye el viaje de ida y vuelta).

¿Alargas tu estancia? ¡Sigue leyendo!
Has hecho bien, Rio de Janiro, no es para solo un día. Al contrario de nosotros, los tripulantes, que solo podemos disfrutar de la ciudad durante 24h, vosotros podéis extender vuestra estancia y disfrutar de las maravillas de que ofrece esta ciudad.
Parque Lage: Es un parque público de Río de Janeiro, localizado en las estribaciones del Corcovado, en la calle Jardín Botánico. Cubre una área de más de 52 hectáreas. Es monumento histórico y cultural de la ciudad de Río de Janeiro. Abriga, desde 1966, el Instituto de Bellas Artes y a la Escuela de Artes Visuales. Cuenta con jardines construidos según los modelos europeos y un palacio. A su vez, posee un acuario en argamasa y un estanque conocido como Lago de los Patos. También, es allí donde comienza el sendero que lleva a la cima del Corcovado.
Pedra do Telegrafo: Situado a un extremo de la ciudad, y a casi una hora de camino en coche del centro, se encuentra la Pedra do Telegrafo, o también conocida como la piedra más famosa de las redes sociales, por ser el centro de atención de miles de curiosos que, con la excusa del senderismo, llegan al lugar para sacar las fotografías más explosivas de la ciudad. Y no es para menos. A una hora de Copacabana, encontrarás Pedra de Guaratiba, un pueblo de pescadores con gran cantidad de restaurantes, donde se puede disfrutar de un marisco muy fresco. Desde ahí, para llegar a la Pedra do Telegrafo, preguntá a cualquier persona de la aldea que le alegrará indicarte el camino. La caminata dura alrededor de 30-45 minutos, es un camino muy fácil y bien señalizado. No recomiendo ir en transporte público, puesto que deberás hacer más de tres transbordos y te llevará más de dos horas llegar al pueblo. Uber es una buena opción, por menos de 50€ ida y vuelta llegarás en menos de una hora y sin complicaciones. Lo mejor, a parte de las fotografías que te puedas tomar en la piedra, es el recorrido desde el inicio del camino hasta arriba; un paraje selvático, lleno de flora y fauna súper diversa y con unas vistas de infarto, casi las mismas que desde la piedra.
Barrios de Lapa y Santa Teresa: La zona de Lapa es considerada un barrio, aunque en realidad pertenece, administrativamente, al barrio Centro. Hasta los años 40 fue el barrio bohemio de Río por excelencia, pero a partir de esa época cayó en decadencia. En la década del 90 comenzaron a instalarse en esta zona muchos bares y restaurantes que permitieron que recuperara su sitio como uno de los barrios más atractivos para los turistas. La noche es el momento en que las calles de Lapa cobran mayor vida, especialmente si lo que buscas es pasar unas horas de diversión, con buena comida, buena bebida y mucha música.
Hay varios lugares para elegir. Uno de los preferidos por los turistas es el Río Scenarium. Si te gusta el samba, seguramente visitarás el Carioca da Gema o el Clube dos Democráticos, mientras que el Circo Voador es el sitio para los amantes del rock. En Mofo podrás tomar algo en la planta baja y bailar en el piso superior. También los restaurantes tienen una oferta variada, tanto en menú como en horario y en precio.
Los viernes y sábados, entre las 22:00 y las 5:00, varias manzanas de la avenida Mem de Sá y la Rua Riachuelo pasan a ser peatonales, y los bares y restaurantes ocupan el asfalto con sus mesas. Durante el día también hay actividad para los turistas en Lapa. Además de recorrer las calles, donde aún perviven numerosos edificios coloniales, puedes visitar el Aqueducto da Carioca, más conocido como Arcos de Lapa, el Theatro Municipal, la Catedral de Río, caminar por la Rua da Lavradio (repleta de tiendas de antigüedades), y llegar hasta el Largo da Carioca, para luego subir en elevador a la iglesia São Francisco da Penitência.
Por otro lado, el Barrio de Santa Teresa, ubicado en lo alto de un morro, es el barrio que mejor conserva muchos de los edificios antiguos de la Brasil Imperial, y es el elegido por los artistas para establecer sus viviendas y talleres. Por algo se lo conoce como el "Montmartre carioca". Aunque ya de por sí Santa Teresa es una atracción turística por sus características, suma a esto la vista de la ciudad, sus numerosos espacios culturales, restaurantes, bares, y edificios históricos, ahora remodelados, como el Convento de Santa Teresa, el lujoso Hotel Santa Teresa (antiguamente la casona residencial de una plantación de café) y el Castelo São Fernando.
Uno de los puntos álgidos del barrio es la plaza Largo de Guimarães, rodeada de restaurantes y tiendas de artesanías, y centro barrial de los festejos de carnaval.
Os dejo el teléfono del que fue mi guía, y en general, lo es siempre de la mayoría de tripulaciones que pernoctan en la ciudad. Lleva más de veinte años a su espalda de experiencia, un gran historiador, fotógrafo y compañero de viaje. Su nombre es Assis y podéis contactar con él por teléfono al +55 (21) 99978-7827. Responde WhatsApp rápidamente y dispone de furgoneta de hasta seis plazas con Wi-Fi. Admite pagos en tarjeta.
¿Dónde comer?
Otra de la manifestaciones más destacadas de la cultura carioca es la que tiene que ver con su gastronomía, porque va más allá de una forma de comer o cocinar.
La comida típica de Río de Janeiro es producto de una gran riqueza de materias primas pero, lo más importante, de la combinación de las influencias culinarias de culturas tan distintas como la portuguesa y las africanas, que han dado forma a lo que hoy conocemos como Brasil. El resultado es una gastronomía llena de intensos sabores. A continuación os dejo una lista de los de los restaurantes que más me entusiasmaron y que por ende, recomiendo:
1. Desayunar en el Apetite
Esta cafetería fue todo un descubrimiento. Está al lado de la playa de Copacabana, y sirve unos desayunos… de perder el conocimiento. De verdad, no recuerdo ninguna cafetería en la que haya desayunado mejor. En realidad, es más un brunch que un desayuno, con todo lo que se come, uno puede aguantar hasta la cena. Si me permitís la recomendación, pedid el desayuno completo, y si vais en pareja, el desayuno para dos. Café, zumo natural, fruta, tortilla francesa, pan buenísimo, un croissant, un pedazo de bizcocho, panes de queso, mantequilla, mermelada, jamón york, jamón de pavo, queso en lonchas y queso fresco. Tal cual leéis.
Localización: Avenida Rainha Elizabeth 122, 22081-032 Río de Janeiro.

2. Na Minha Casa
El número 1 de todos los restaurantes en Rio de Janeiro, increíblemente barato (precios entre 5-13€), sabores y aromas de infarto, platos grandes, tradicionales brasileños y cariocas. Muy bien ambiente, sobre todo locales. El único punto negativo que veo sobre este local es la ubicación, está en el barrio de Benfica, un tanto lejos del centro, pero asequible en transporte público.
Localización: Rua Capitao Felix, 110 | CADEG, Upper Floor, 15th Street Store 2, Río de Janeiro.

3. Galeto 183
El mejor ubicado y un templo para todo carnívoro, localizado en el mismísimo centro de Rio, es un restaurante famoso por sus carnes y cortes tradicionales, como la Picá, sus panes y sus postres portugueses de babeo. Genial para hacer una parada de medio-día antes de retomar el itinerario. Es el más caro de los tres, pero ya sabemos que la calidad tiene un precio (a partir de los 15€ por persona). Altamente recomendado.
Localización: Rua de Santana 183 Centro, Río de Janeiro.

Consejos y Advertencias
Río de Janeiro está a punto de convertirse en el centro del mundo y muchos dudan de que esté preparada. ¿Es una ciudad tan peligrosa como la pintan? Sí y no. Río ya no es lo que era. Los índices de violencia han caído considerablemente en los últimos años. A pesar de ello la amenaza de la muerte es una compañía constante para muchos cariocas, pero la inmensa mayoría de visitantes no se tropezarán con la cara fea de Río, así que no hay motivos serios para preocuparse. Aun así, aquí van diez consejos para disfrutar en paz de la nueva ciudad olímpica.
Las escenas de guerra que se viven en muchas favelas y que llenan los telediarios ocurren en suburbios muy alejados de las zonas turísticas. Los barrios de la zona sur (que va desde el centro hasta Leblon) son una burbuja de seguridad comparado con lo que ocurre en la periferia.
Para evitar los robos disimular al máximo la condición de guiri siempre ayuda. A pesar de que el look ibicenco es ideal para las fotos en los atardeceres de Ipanema, siempre será mejor llevar unas chanclas de goma (las havaianas son toda una institución en Río) que unas elegantes sandalias de esparto. Los tacones se pueden quedar en España sin problemas. Los relojes, collares y pendientes también. El tirón del cordón de oro es un clásico entre los asaltos. Lo mejor es llevar el dinero justo para pasar el día y copiar una técnica muy interiorizada por los cariocas: guardar el grueso del dinero en las partes íntimas y llevar unos 20 o 50 reales en el bolsillo para poder ofrecerlos en caso de atraco.
Copacabana, Ipanema, Leblon y Barra de Tijuca (donde está el principal parque olímpico) concentran la mayoría de hoteles y son barrios muy seguros. Santa Teresa es un encantador barrio de alma bohemia y casa señoriales entre colinas, pero los recovecos de sus calles silenciosas son un refugio ideal para atracadores. En los últimos meses ha crecido el númerode robos a punta de pistola. Para evitar riesgos es mejor ir de día y no alejarse mucho del eje Largo do Curvelo-Largo dos Guimarães, la zona más concurrida.
El centro histórico es una ciudad fantasma los fines de semana, cuando cierran las oficinas que lo llenan de vida entre semana. Aunque es preferible visitarlo de lunes a viernes, durante los Juegos Olímpicos la situación será algo diferente porque el ayuntamiento pretende concentrar aquí todo el “espíritu olímpico”: entre la plaza XV y la plaza Mauá estarán situadas las fanzone, con pantallas gigantes, conciertos y una extensa oferta de ocio, así que se espera que la región sea un hormiguero las 24 horas del día.
El metro de Río de Janeiro es muy fiable y en los autobuses el principal riesgo es caerse de culo en uno de los derrapes a 80 por hora que tanto gustan a los conductores cariocas. No hay que preocuparse excesivamente, pero en el bus, en caso de estar sentado junto a una ventana, mejor no sacar el móvil. No será la primera vez que aprovechando un atasco un ladrón pega un salto desde la calle y arrambla con él en milésimas de segundo. Los taxis oficiales (amarillos con una franja azul) también son seguros y para un turista quizá sean mejor opción que los coches de Uber: a pesar de resultar mucho más económicos están repletos de conductores sin experiencia que no se conocen las calles.
El principal must de cualquier turista en Río pasa por poner los pies en la arena. Es genial echarse una siesta al son de las olas, pero no hay que despistarse con los bolsos ymochilas. Un fenómeno típicamente playero es el arrastão: consiste en una estampida de jovenzuelos ladrones que se coordinan para correr al mismo tiempo y llevarse todo lo que pillan a su paso. El fenómeno da para un estudio antropológico: al darse cuenta de lo que pasa muchos bañistas empiezan a correr desorientados en toda las direcciones, lo que alimenta aún más el caos. En caso de arrastão hay que hacer como Simba cuando le pasaron por encima todos aquellos ñus. Quietecito y a esperar a que pase la tormenta. Normalmente no es más que un susto. Además, este tipo de robos es más común en los domingos de verano, cuando en la playa no cabe un alfiler.
Visitar una favela empezó a ser una opción turística desde que en 2008 se puso en marcha un ambicioso proceso de ‘pacificación’ para ahuyentar a los narcotraficantes construyendo bases permanentes de policía. Las favelas de Santa Marta, Babilônia y sobre todo Vidigal consiguieron 'pacificarse' y están llenas de hoteles, albergues y restaurantes para turistas. Pero tampoco hay que confiarse: en los últimos meses ha habido un repunte de violencia y se han vuelto a escuchar tiros, aunque siempre de forma muy aislada. En cualquier caso, siempre es preferible ir acompañado de un local. Muchas agencias y cooperativas de vecinos de las propias favelas organizan visitas guiadas.
Más que de los insectos o las balas, los turistas que pisen Río por primera vez tendrán que centrarse en preocupaciones aparentemente más mundanas: los accidentes de tráfico o el fuerte oleaje del Atlántico también matan a personas y no ocupan portadas de los periódicos. Puede que leído todo del tirón suene aterrador, pero usando el sentido común todo irá sobreruedas. El peor recuerdo de la mayoría de turistas no va más allá de una resaca después de confiarse con las capirinhas. Además, si la llaman la ‘Ciudad Maravillosa’ por algo será.
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Si bien durante el verano es la estación que más visitas recibe, Rio es una ciudad para visitar durante todo el año por todas las actividades que ofrece. Durante la Reveillón y el Carnaval se llena de turistas por lo que deberás tener cuenta a la hora de reservar hospedaje con anticipación.
En cuanto a la temperatura, tiene un promedio de 24 grados durante todo el año y deberás saber que durante el verano puede superar los 40 grados, la humedad es también muy alta, así que la sensación térmica puede superar fácilmente los 44 grados.
No es necesaria ninguna vacuna para ingresar al país.
Esto es todo por hoy, espero que os haya gustado esta pequeña guía de en Rio de Janeiro, cualquier duda o aportación que queráis hacerme llegar, escridme por el chat del blog.
¡Nos vemos próximamente en un nuevo destino!
Martí

