¡Marrakech en 24 horas!
Desde el mismo momento en el que llegas a Marrakech, te invade la sensación de que te has olvidado algo detrás, como un cepillo de dientes o el cargador del móvil. Pero no, lo que te falta en Marrakech es cualquier forma de previsión y todo sentido de la orientación. Lo mejor es que da igual, porque estás mejor sin ellos aquí. Marrakech está llena de distracciones y callejones laberínticos que destruyen cualquier forma lógica lineal y aburrida.
Si consiguieras tener un destino prefijado dentro de la ciudad, sólo serías atraído por encantadores de serpientes, carros de burro fuera de control, modernos ‘pufs’ de cuero y plata y pociones bereberes para cualquier dolencia.
Al llegar al Marrakech te quedas atónito, el opulento y modernísimo aeropuerto te desencasilla. No te esperabas esto, ¿verdad? Marrakech presume desde hace cinco años de tener el aeropuerto más moderno de todo el continente africano y la verdad es que es un aeropuerto digno de la liga árabe. Con sus enormes ventanales, su blanco perla y sus techos abovedados.
Marrakech es y siempre ha sido una ciudad estratégica para el comercio y la economía de todo el Magreb, rica en negocios, la ciudad ha sido el centro logístico de las más grandes rutas comerciales de la historia, como la ruta del azúcar, la ruta de la plata, la ruta del oro y la ruta de los bereberes.
En definitiva, su atractivo económico ha hecho desarrollar una infraestructura para el turismo sin igual en el país.

¿Cómo llegar?
Hay dos maneras de llegar a Marrakech. La primera, la más cómoda y rápida, en avión, desde cualquier ciudad principal de Europa de forma directa y desde América haciendo escala en Casablanca.
La segunda, en tren desde Rabat, Fez, Essaouira u otras ciudades dentro de Marruecos.
Los trenes son bastante aceptables, la primera clase es cómoda y asequible, por no más de 30€ puedes tener un asiento en dicha clase con todas las comodidades al estilo marroquí. Los trenes, sin embargo, son lentos. No es difícil estar más de 5h en tren para recorrer una porción del país.
Algunos trenes, sobre todo aquellos que conectan Rabat y Casablanca y los que están en el norte del país, la región más poblada y la que tiene mejor comunicación con Europa, son más modernos y lujosos, los más nuevos no son muy distantes de los españoles y por ende, el precio es más alto.
La mayoría de trenes ofrece aire acondicionado y un bar permanente durante todo el viaje en la primera clase, así como varios baños, asientos anchos y reclinables y mesas. Algunos trenes de las regiones más sureñas y de los Atlas no disponen de aire acondicionado en la segunda clase y solo tienen dos baño para casi 400 pasajeros.
Podéis encontrar toda la información sobre los trenes, las rutas y los horarios en la página oficial del sistema ferroviario marroquí.
También, como en Asia, existen varias empresas virtuales que trabajan conjuntamente con los trenes de cada país para ofrecer asientos y tarifas de última hora, completamente legales, pero a un coste bastante inferior al que encontraríamos en las taquillas de las estaciones. Un ejemplo es RailCC.

Como os he mencionado con anterioridad, los vuelos desde Europa a Marrakech son directos, existen numerosas aerolíneas, sobre todo low cost, que operan vuelos desde las principales ciudades hasta la perla del Magreb. Ryanair, Vueling, EasyJet, Air Europa, Binter Canarias, y compañías tradicionales a precios más elevados como Iberia, TAP Portugal, Swiss y demás.
La opción que más recomiendo para trasladarse del aeropuerto de Marrakech-Menara hasta el centro histórico de la ciudad es utilizando transporte privado, concertado con el Hotel/Riad en el que os quedéis, es lo más cómodo y seguro.
Si queréis vivir una experiencia marroquí del todo y queréis ahorraros una buena cantidad de dinero, os recomiendo utilizar la línea de bus público 11.
Es la opción más barata, aunque hay que andar un rato desde la terminal del aeropuerto hasta la parada. Para encontrar esta parada es necesario dirigirse a la carretera que conduce a Marrakech. Para ello, nada más salir de la terminal del aeropuerto, es necesario atravesar el aparcamiento del mismo, en dirección hacia la carretera, a mano derecha.
Desde allí habrá que caminar entre 300 y 400 metros para llegar a una rotonda. En ella, hay que desviarse hacia la izquierda y recorrer otros 100 metros para llegar a la parada del autobús 11, en la llamada avenida Guemassa. Aunque parezca algo complicado, resulta bastante fácil, sobre todo siguiendo este mapa de Google.
En términos económicos, esta caminata compensa bastante, porque el precio para este corto trayecto, poco más de 10 minutos, no supera los 4 dirhams (al cambio, algo más de 0,35 euros).
Este autobús tiene su destino final en el Lycee Ben Youssef, pero se detiene en lugares como los Jardines de la Menara, la estación de autobuses de Bab Doukkala, la Koutoubia o la céntrica plaza de Jmaa el-Fna, desde donde se puede alcanzar fácilmente cualquier punto de la medina.
La frecuencia de los autobuses, según la propia empresa, es de entre 10 – 15 minutos, aunque en la práctica puede llegar a ser de unos 30 minutos. Su horario es de 6h00 a 22h15.
Resulta una opción aceptable para ir del aeropuerto de Marrakech al centro si no se va con demasiado equipaje, ya que de lo contrario puede resultar un poco incómodo.
¿Qué ver?
1. Plaza Jeema-el-Fna
La Plaza de Jamaa el Fna es la plaza central de Marrakech y el lugar más importante de la medina. En ella se desarrolla la vida pública de Marrakech tanto de día como de noche.
Lo mejor de la Plaza de Jamaa el Fna es la transformación que va sufriendo en el transcurso del día.
Desde aquí, podremos iniciar nuestra ruta de un día siguiendo el itinerario que la propia ciudad establece mediante sus calles laberínticas y sus plazas perdidas en la historia árabe. La plaza se encuentra tan perfectamente ubicada en el centro que nos será relativamente fácil llegar a los puntos más representativos de la ciudad en menos de quince minutos a pie.
Por el día
Por el día encontraréis muchas cosas que os llamarán la atención: desde domadores de monos que se te subirán encima hasta encantadores de serpientes, pasando por dentistas exponiendo sus últimas piezas extraídas.
Además de los extraños personajes, en Jamaa el Fna también encontraréis multitud de puestos de zumo de naranja, especias, menta y caracoles.
Por la noche
Según atardece, la plaza cambia totalmente. Al caer la noche desaparecen los tenderetes de la mañana y se llena de puestos de comida donde poder cenar, músicos improvisados y espectáculos de diferente índole.
Si os atrevéis a cenar en los puestos de la plaza, hay que decir que la comida no está nada mal y los precios son bastante económicos.
Imprescindible
Cualquier hora es buena para pasear por Jamaa el Fna y disfrutaréis recorriéndola a diferentes horas.
La plaza está rodeada de tiendas de suvenires, bares y restaurantes. Os recomendamos que entréis a alguno de los bares que cuentan con terraza. Tomarse una consumición por 10 dirhams y ver la vida de la plaza desde las alturas es algo obligatorio.

2. Palacio de la Bahía
El Palacio Bahia es una de las obras arquitectónicas más importantes de Marrakech. Fue construido a finales del siglo XIX con el objetivo de ser el palacio más impresionante de todos los tiempos.
La construcción del palacio llevó más de una década y fue llevada a cabo por el gran visir del sultán Abdelaziz Si Moussa. A finales del siglo XIX quedó en manos de Abu Bou Ahmed, un esclavo negro que llegó a ser visir. Éste ayudó a llevar al palacio a su máximo esplendor.
En las 8 hectáreas de extensión que tiene el palacio se ubican 150 habitaciones que dan a diversos patios y jardines. La parte más interesante del Palacio Bahía es el harén de las 4 esposas y las 24 concubinas de Abu Bou Ahmed.
Como curiosidad, el nombre del palacio significa "el bello" o "la bella". Hay diversas teorías de si el nombre viene dado por el palacio en sí, o por la mujer preferida del visir, en cuyo caso sería "El Palacio de la Bella".
Si hay algo que achacar a este palacio es que todas sus habitaciones se encuentran vacías.
Cuando murió el visir mucha gente, incluidas sus esposas y el propio sultán, decidieron desvalijar por completo cada una de las estancias.
Por suerte, la impresionante decoración del techo aún permanece.
Dado que el palacio se encuentra vacío y no hay carteles explicativos en castellano, para poder disfrutar la visita y saber lo que es cada sala, recomiendo contratar un guía turístico.
¿Cómo llegar?
Desde Jamaa el Fna, tomad la calle Rue Riad Zitoun el Jdid (en la esquina del restaurante Marrakchi). Llegaréis directos. Está a unos 900m aproximadamente.
¿Precio y Horario?
Horario: Todos los días de 09h a 17h.
Precio: 70 Dirhams

3. Merdessa Ben Youssef
La Medersa Ben Youssef, también llamada Madraza de Ben Youssef, es la medersa más importante de Marrakech.
Si no tenéis experiencia viajera en países musulmanes, es probable que no sepáis lo que es una medersa. Una medersa es un colegio o escuela musulmana de estudios superiores. Están especializadas en estudios religiosos. Hay merdesas historicas abiertas al público en numerosos países árabes, pero esta en concreto, la de Marrakech, es conocida por ser la más grande y la mejor preservada.
La Medersa Ben Youssef se construyó para dar servicio a los estudiantes de la mezquita cercana con el mismo nombre
La Madraza de Ben Youssef, además de ser la más importante, es también la medersa más grande de Marruecos. Encargada por el sultán Abdallah al-Ghalib, su construcción finalizó en 1565. Tiene 130 celdas que permitieron alojar hasta 900 estudiantes.
Lo más destacable de la visita es el patio interior, así como ver el austero aspecto que tenían las celdas.
Es un lugar único en Marrakech para hacer fotografías, sobre todo durante el atardecer, cuando el sol se filtra por las paredes del edificio y juega con los colores ocres y amaderados.
¡Importante! La medersa de Ben Youssef permanecerá cerrada por obras de renovación hasta mediados del año 2020.
¿Cómo llegar?
Dirección: Place Ben Youssef.
¿Horario y Precio?
Precio: 10 Dirhams.
Horario: Actualmente cerrado hasta mediados de 2020.

4. El Zoco
El Zoco de Marrakech es un laberinto de callejuelas llenas de puestos y tenderetes donde los marroquíes hacen sus compras y donde los tenderos intentan hacer su "agosto" con los turistas.
El zoco se extiende desde el norte de la Plaza de Jamaa el Fna y ocupa decenas de laberínticas calles. En él podréis comprar todo tipo de ropa, especias, comida, artesanía y productos típicos.
En el zoco encontraréis artesanos agrupados por gremios; tintoreros, cesteros y ferreteros son algunos de los oficios que se dan cita en el zoco de Marrakech.
Si en Marrakech se regatea hasta en las tiendas, podéis entender que, en el zoco, la cuna del regateo, no deberéis pagar más de un tercio de lo que inicialmente os pidan.
La mejor hora para visitar el Zoco de Marrakech es por la mañana, ya que a medida que cae la tarde se van cerrando los puestos de forma paulatina.
Visitar Marrakech y no perderse por los zocos sería como visitar Estambul y no adentrarse en el Gran Bazar. Dejad las prisas y el reloj en el hotel y disfrutad de una experiencia única.
Las únicas precauciones que se deben tomar en el Zoco son las de no perderse, es un laberinto que hasta los lugareños lo califican de apabullante. Muchas calles se parecen, muchas tiendas son iguales, puedes estar horas intentando salir. Es importante no adentrarse mucho durante el atardecer. Durante la noche no es un lugar agradable, puesto que todas las tiendas cierran y solo se quedan ciertos bares abiertos y abundantes mendigos. No hay alumbrado. Hay que tener en cuenta también los carteristas.
¿Cómo llegar?
Comienza justo al norte de la plaza Jamaa El Fna

5. Mezquita Koutoubia
La Mezquita Koutoubia es la mezquita más importante de Marrakech y fue una de las mayores del mundo islámico cuando finalizó su construcción en 1158.
La Koutoubia se inició en 1141 por el califa almohade Abd al Mu-min y destaca por su alto minarete (que recuerda a la Giralda) y por su color, piedra de arenisca rosada, típico de la ciudad.
Su nombre, que significa "mezquita de los libreros", se debe a las numerosos puestos de libros que la rodeaban en sus primeros tiempos.
La altura del minarete de la Mezquita Koutoubia es de 69 metros, lo que convierte a la Koutoubia en el techo de Marrakech. Sus otras dimensiones son 60 metros de ancha por 90 metros de larga.
Al igual que en el resto de las mezquitas de la ciudad, la entrada está prohibida a los no musulmanes y deberéis conformaros con verla desde fuera. A cualquier hora del día encontraréis mucha gente cerca de la Mezquita, ya sea en la calle o en sus jardines.
¿Cómo llegar?
Está situada a 300 metros al oeste de la plaza Jamaa El Fna.

6. Tumbas Saadíes
Las Tumbas Saadíes son uno de los lugares más visitados de Marrakech. Fueron abiertas al público en 1917, año en que fueron descubiertas.
Estas tumbas datan de finales del siglo XVI y están localizadas en un jardín cerrado al que se accede a través de un pequeño pasillo.
En el mismo jardín se pueden ver más de 100 tumbas decoradas con mosaicos. En ellas están enterrados los cuerpos de los sirvientes y guerreros de la dinastía saadí.
El edificio más importante de las Tumbas Saadíes es el mausoleo principal. En él está enterrado el sultán Ahmad al-Mansur (el creador) y su familia. El mausoleo consta de 3 habitaciones, siendo la más conocida la de las doce columnas, en la que están enterrados sus hijos.
En mi humilde opinión, creo que hay mausoleos más impresionantes en el mundo e inclusive, nuestros cementerios son mucho más acogedores, pero al ser una visita rápida que engloba mucha historia sobre las familias dominantes en la ciudad durante siglos, vale la pena. Es una visita corta que ayuda a comprender mejor parte de la cultura y religión del país. El precio es muy económico también.
¿Cómo llegar?
Las tumbas están ubicadas a 800 metros al sur de la plaza Jamaa El Fna.
¿Horario y Precio?
Horario: De 9 de la mañana, hasta las 17h.
Precio: 70 Dirhams.

Si se tienen más días...
1. Cataratas de Ouzoud
Las cascadas del Ouzoud son las cataratas más grandes e impresionantes del norte de África.
Tienen una altura de 110 metros y están localizadas en la provincia de Tanaghmeilt, a 150 kilómetros de Marrakech, en la cordillera del Atlas.
El paseo por las cascadas es muy bonito, podrás rodear las cascadas por ambos lados mientras ves la vegetación y la fauna, de hecho, es bastante común ver monos.
Los más intrépidos y acalorados pueden optar por bañarse en el río, es un agua muy limpia aunque está bastante fría.
¿Cómo llegar?
Lo más fácil, cómodo e inteligente, es reservar una excursión. En mi caso lo hice a través de TripAdvisor, pero también otras empresas como Civitatis o GetYourGuide ofrecen los mismos servicios, a precios semejantes.
Alquilar un coche: Conducir en Marruecos no es sencillo y las carreteras dejan bastante que desear. Si queréis aventuraros, agradeceréis la ayuda de un GPS.
Contratar un taxi para todo el día: Esta opción puede ser la más económica si negociais bien el precio (80-100€ el día). El problema es que los taxis de Marrakech son muy antiguos, los conductores solo hablan francés y conducen de forma alocada.

2. Ouarzazate
Ouarzazate es una ciudad situada al sur de Marruecos que se conoce como la Puerta del Desierto.
Uarzazate, en español, es una parada obligada en el camino que separa Marrakech del desierto del Sahara.
El nombre de Ouarzazate tiene su origen en una frase árabe que significa "sin ruido".
Ouarzazate también es conocida como "El Hollywood de África". En la ciudad hay varios estudios de cine entre los que se encuentran unos de los más grandes del mundo, los Atlas Studios.
La visita de los estudios Atlas es totalmente recomendable y supone un paseo a lo largo de la historia del cine. Películas como la Joya del Nilo, Asterix y Cleopatra o Los Diez Mandamientos fueron rodadas en estos estudios.
Así mismo, Ait Ben Haddou es una Kasbah (ciudad fortificada) situada 30 kilómetros antes de llegar a Ouarzazate desde Marrakech. Al igual que los estudios Atlas, la kasbah ha sido filmada en decenas de ocasiones, incluyendo grandes producciones como Lawrence de Arabia, Gladiator, La Momia y la Joya del Nilo.
Kasbah Taourirt es otra ciudad fortificada en las inmediaciones de Ouarzazate. La edificación está construida de adobe, tiene torres almenadas y está considerada una de las kasbahs mejor conservadas de Marruecos.
¿Cómo llegar?
Lo más fácil, cómodo e inteligente, es reservar una excursión. En mi caso lo hice a través de TripAdvisor, pero también otras empresas como Civitatis o GetYourGuide ofrecen los mismos servicios, a precios semejantes.
Alquilar un coche: Conducir en Marruecos no es sencillo y las carreteras dejan bastante que desear. Si queréis aventuraros, agradeceréis la ayuda de un GPS.
Contratar un taxi para todo el día: Esta opción puede ser la más económica si negociais bien el precio (100-120€ el día). El problema es que los taxis de Marrakech son muy antiguos, los conductores solo hablan francés y conducen de forma alocada.
Autobús: Aunque el autobús es la forma más económica de llegar a Ouarzazate (80 dirhams por persona), esta opción es solo interesante para aquellos que vayan a quedarse en la ciudad, ya que tanto Ait Ben Haddou como otros puntos de interés están a mitad de camino entre ésta y Marrakech.

¿Dónde comer?
Marrakech es una ciudad donde se come fenomenal. La influencia francesa y el turismo hacen que en la ciudad se puedan degustar desde los platos más tradicionales hasta los más internacionales.
La gastronomía marroquí es muy variada y extensa. Los platos típicos más conocidos internacionalmente son el cuscús y los tajines.
El cuscús se basa en granos de sémola de trigo combinados con carne de cordero o pollo, así como con vegetales o huevos. Los marroquís consideran el cuscús como el plato principal de los viernes.
Los tajines reciben el nombre del recipiente en el que se prepara y se sirve, ya que es el mismo. Es básicamente un guiso de carne o pescado acompañado de frutas o verduras.
Otras comidas típicas de Marrakech son las ensaladas, las frutas y las salchichas.
El té es una bebida que acompaña en el día a día a los habitantes de Marruecos. Podrás degustarlo en cualquier sitio e incluso en algunas tiendas y lugares públicos serás invitado. La especialidad es el té con menta. Si os gusta el té, éste os encantará.
La opción por la que optan muchos habitantes de Marrakech así como los turistas más intrépidos, es cenar en los puestos de comida que se ponen en la Plaza Jamaa el Fna por la noche.
Se considera algo típico, la comida no está mal y los precios son baratos, aunque tampoco son mucho menores que los de los restaurantes cercanos. Si queréis integraros en el ambiente, no podéis abandonar Marrakech sin cenar en los puestos alguna noche.

A continuación os pongo los tres restaurantes que más me sorprendieron y me gustaron, opinión totalmente personal.
1. Café Kif Kif: Es un buen sitio para probar uno de los platos estrella de Marruecos: el tajine. Hay de varios tipos: pollo y limón, pollo y ciruela, sardinas, keftas (albóndigas) con huevo… Los precios son buenos (6-8€) y las vistas desde la terraza del local son muy bonitas, especialmente para ver la Koutoubia. Recomiendo encarecidamente ir para cenar, pero temprano, sobre las 20h para poder ver el atardecer caer sobre la imponente mezquita.
¿Cómo llegar?
Podéis buscar la ubicación exacta del restaurante si ponéis la siguiente dirección en Google Maps: 28 Rue Koutoubia, Marrakech 40000, Marruecos
2. La Cantine Des Gazelles: Es uno de los más famosos y cotizados de la ciudad, es tanta la demanda que tiene que las colas durante los viernes y fines de semana, y sobre todo, verano, llegan a las 2 horas y media. Muchos días, sobre todo entre semana, no aceptan comensales sin reserva. En el 2011 ganó un premio nacional de cocina después de aparecer en un programa dedicado a galardonar los mejores restaurantes de Marruecos. Tras estar seis días en Marrakech e intentar conseguir una mesa en la Cantine durante tres noches consecutivas, al final al último día pude disfrutar de la experiencia. El restaurante se centra en la comida tradicional marroquí pero con un aire europeizado, sobre todo, español y francés. Es el más caro de la lista, con precios alrededor de los 12-15€ por persona sin bebidas alcohólicas.
3. Café Merstan: Un oasis en la bulliciosa y caótica Marrakech, tiene una de las mejores terrazas de toda la ciudad, sin duda, la mejor terraza de estos tres restaurantes. Lo que destaca del restaurante es su personal, súper amable y atento, hablan inglés y te saben aconsejar a la perfección. Los platos también valen mucho la pena, sobre todo los pinchos de pollo. El precio ronda los 5€ por plato.
¿Cómo llegar?
Podéis buscar la ubicación exacta del restaurante si ponéis la siguiente dirección en Google Maps: 2 Rue Souk Chaaria Kaat Benahid 40000, Marruecos

Consejos y Advertencias
Marrakech es una ciudad acostumbrada al turismo, por lo general, intentan cuidar mucho la imagen de la ciudad como destino referente en todo el continente, así que los crímenes y los delitos a gran escala hacia turistas son poco comunes. No obstante, debemos tener en cuenta que es un país muy distinto al nuestra, con otro ritmo de vida y otra forma de entender la seguridad. Como viajero prevenido vale por dos, a continuación os dejo un listado de cosas que deberíais evitar si queréis disfrutar plenamente de vuestra experiencia por Marrakech. Yo estuve seis días y no tuve ningún problema. Viajé solo.
1. Desconfiar de la gente: Si preguntáis a alguien sobre cómo llegar a cierta atracción turística es muy probable que os diga que está cerrada alegando que no abre ese día o que se está desarrollando algún acontecimiento. Esto suele ser falso y el motivo es tratar de llevarte a otro sitio que él te recomienda. Deberéis comprobar siempre lo que os digan.
2. Los timos: Es habitual que algún chico os diga que os lleva a algún sitio sin cobrar nada, que él tiene dinero y que no quiere nada, sólo que casualmente vive cerca de donde queréis ir y no le importa guiaros, o que así aprende castellano. Misteriosamente, por el camino aparecerá la tienda de su hermano/amigo/tío, en la que, ya que estás, puedes echar un vistazo de "solo mirar, no comprar".
3. Taxis: Debéis insistir a los taxistas en que activen el taxímetro, si se niegan no montéis y buscad otro taxi. Hay taxis por todos sitios como para aceptar que os engañen.
4. Las chicas fuera de los grupos de marroquíes: Es mejor que las chicas se queden al margen de los tumultos de gente que se forman por las noches en la Plaza de Jamaa el Fna. Si entran al juego, es seguro que notarán muchas manos desconocidas.
5. Mejor ir cómodo y seguro: Si es la primera vez que visitas Marrakech y vas a un riad en la medina, reserva el traslado al riad en Disfruta Marrakech o en el propio riad que reserves. Ahorraras muchos disgustos y no va a ser mucho más caro que un taxi normal.
6. El agua: No debéis beber agua sin embotellar, o agua con hielo, la mayoría de las veces es agua sin tratar, no potable y contaminada.
Y hasta aquí la mini-guía y ruta por Marrakech. Espero que os sirva de ayuda y podáis disfrutar, al menos durante 24h de esta maravillosa ciudad.
¡Nos vemos en la siguiente ruta! Dejadme en los comentarios cual queréis que sea: ¿Dubai, Estambul o Buenos Aires?
Martí